TERCIOPELOS presenta una experiencia de percepción directa del color a través de la utilización más pura pero estable de pigmentos orgánicos, inorgánicos y minerales presentes en la naturaleza. Se trata de una investigación que pretende captar la suave profundidad de la textura de los colores, como si de terciopelos se tratase, por el mero placer de mirar la combinación de las distintas gamas que componen el trabajo.
En este momento donde lo digital lo inunda casi todo, nos adentramos en los caminos que aun no han sido conquistados por ese mundo. Se utilizan materiales básicos como la arcilla y los pigmentos que son capaces de generar percepciones inalcanzables mediante la computación. Es interesante comprobar como incluso la fotografía es incapaz de captar la profundidad que la textura de los pigmentos otorga a los colores. Solo una experiencia sensorial directa con la obra transmite lo que se intenta describir.
A nivel espacial, los volúmenes y las sombras que estos arrojan sobre los pigmentos, desvelan las profundidades que adquieren los colores según el tipo de luz recibida. De esta manera, la capacidad tectónica de la arcilla otorga al pigmento otra dimensión.
Las piezas fueron expuestas en la galería de arte emergente para la creación contemporánea: Mad is Mad, formando parte de la exposición colectiva «La memoria tiene color» junto a otros cuatro artistas.