TAGRAGITO
Balneario en la Palma, Canarias
Concurso: 2015 - Finalista
Arquitectos: Marina del Mármol, Mauro Bravo
Coautor: Daniel Bergman, Miguel Herraiz
Promotor: Cabildo Insular de la Palma

En un paisaje de belleza sublime, cuya falta de vegetación realza el valor del agua, las rocas y el cielo, la arquitectura de Tagragito da un paso atrás. El protagonismo de la actuación lo tiene una sucesión de piscinas termomedicinales exteriores en cascada sobre el mar. Tagragito persigue crear en los visitantes un sentimiento de intimidad con la naturaleza, una experiencia única que explota lo insustituible, el lugar y sus atributos.

Concepto de balneario

Tagragito apuesta por una experiencia de baño termal y medicinal al aire libre en contacto espacial y visual con la rotunda naturaleza rememorando los baños exteriores originales que fueron sepultados por la erupción volcánica.

Así, el proyecto emula simbólicamente las dos charcas preexistentes: San Lorenzo, con aguas más calientes es representada por una sucesión de piletas en cascadas geométricas de acceso privado desde el balnearío; y San Blas, de agua tibia y más próxima al mar, que es representada por piletas con formas más heterogéneas integrándose en el malpaís con pasarelas peatonales que permiten el acceso a todo el público.

Integración del proyecto arquitectónico en el paisaje del malpais.

La primera operación del proyecto ha consistido en estudiar la topografía y situar el proyecto en una vaguada de escasa presencia desde la playa y el resto del paisaje circundante. A la vez, se ha asegurado una buena visibilidad desde el interior hacia el mar y hacia las piscinas con vistas al horizonte.

En segundo lugar se ha proyectado un edificio de geometría y escala adaptada al terreno. La geometría fragmentada del edificio y su color y materialidad se asemejan a la del entorno, con voluntad de fundirse en él, pero sin copiarla. Se trata de dar protagonismo al agua como elemento de contraste con el entorno. Es la cascada de piscinas exteriores la que escenifica el paso de lo natural a lo artificial, y que se constituye en el corazón del proyecto, el verdadero icono.

La tercera operación es el estudio de los accesos de forma que aprovechando las modificaciones ya realizadas al malpais, se afecte lo mínimo posible al mismo, ya que la conservación no alterada del mismo es fundamental para conservar el espíritu del lugar. El acceso de carga y descarga se sitúa aprovechando las modificaciones precedentes, mientras que se realiza un nuevo acceso peatonal de muy bajo impacto, siguiendo la topografía del entorno, en un paseo procesional al 8% – accesible, por tanto – hasta el balneario.

Cálculo pérdidas de calor

El flujo de agua disponible, 2 l/seg a 45ºC, ha aconsejado hacer un cálculo de las pérdidas caloríficas del agua en ambiente exterior e interior para dimensionar las piscinas de acuerdo a las perdidas de calor que tendrían. A este respecto conviene destacar que la superficie máxima recomendable en exterior para poder mantener la temperatura de la piscina a 36ºC es de 66m2 como se aprecia en el proyecto. En caso de utilizar cobertores nocturnos para minimizar la evaporación y radiación nocturna, esta superficie se puede incrementar. Nota: Ver anexo de cálculos en memoria.

Integración paisajística

Tragragito opta por realizar una operación de integración sobre una colada de lava volcánica en un parque natural con inmenso valor paisajístico. El único elemento del proyecto que resalta sobre el paisaje son las nuevas piscinas de aguas termomedicinales. La realización de piscinas exteriores en vez de interiores, además del mayor contacto con el paisaje que esto supone durante su uso, tiene que ver con la recuperación de la memoria histórica del lugar, aunque sea de forma alusiva. El balneario rodea estas piscinas situadas en el lecho de la mayor vaguada, situándose en las laderas, cuya altura y geometría similar a la del edificio, hace que este quede integrado en el terreno, como si de una transformación del mismo se tratase.

Parámetros medioambientales

Tagragito plantea un proyecto que confía principalmente en las técnicas pasivas de arquitectura bioclimática para mantener las condiciones de confort interior del edificio. Se trata principalmente de técnicas de sombreado y de ventilación controlada para mantener el ambiente adecuado. Por otro lado, se utilizan materiales locales y de bajo impacto en el medio ambiente, tales como la madera o la piedra local. La situación semienterrada del edificio también colabora en el mantenimiento de una alta inercia térmica que mantiene constante la temperatura interior. Se utiliza la masa de agua de las piscinas y los mecanismos de evaporación de las mismas como regulador de temperatura y humedad ambiente, llevando al proyecto a situación de confort.